El cuchillo: verdades vs. mentiras. Parte 1ª
El mundo esta lleno de paradojas, da igual el tema al que nos refiramos, porque es un mal extendido a todo tipo de tendencias desde el mundo más intelectual y espiritual, al más cotidiano, desde lo cultural a lo trascendental…
Las artes marciales están llena de paradojas y de personas que las alimentan en beneficio propio. La gran diferencia que veo en relación con otro tipo de paradojas, que en ocasiones pueden caer en una perspectiva relacionada con la inocencia, es que en las artes marciales, este tipo de historias sin escrúpulos, puede costar vidas, es así de simple.
En el único mundo en el que me he encontrado fantasías relacionadas con los cuchillos ( a parte de las películas de acción) es en el de las artes marciales…me parece especialmente bochornoso. Es por esto que he decido dar mi punto de vista al respecto del mal uso y abuso que se le da a una de las tendencias más de moda dentro de las artes marciales: El Cuchillo.
Hablar del cuchillo en estos parámetros es hablar de un tema tabú dentro del mundo de la lucha…cuando suelo hablar de ello parece que, en términos generales, choco contra un gran muro de incomprensión y a la vez de fantasías fetichistas sobre el uso y manejo de un arma tan letal…
Podríamos enumerar un sin fin de paradojas dentro del mundo de la lucha, pero la que me ocupa y porqué no reconocerlo, más me preocupa, es la historia relacionada con las armas de filo, más concretamente en esta entrada la relacionada con el cuchillo.

Desde muy pequeño, entrenando “artes marciales”, me enseñaron fantásticas técnicas que presumiblemente me aseguraban de una forma efectiva la “defensa” ante ataques con cuchillos ( incluso de pistolas!…pero esto daría para otra entrada en el blog), recuerdo muy claramente el tipo de técnicas: ataques, amenazas por delante del brazo y por detrás, incluso ataques por la espalda!!! yo no solo salía indemne de todos estos ataques ( contra cuchillos de plástico o madera) sino que siendo tan joven, sentía que verdaderamente yo era un tio peligroso ante cualquier tipo de agresión armada: técnicas de luxación, bloqueos con los brazos cruzados, distancia muy corta de control, patadas a la espinilla, técnicas con giros brutales y dolorosos para el otro…en resumen: superman tenía motivos para envidiar mi destreza.


Comencé a identificar otra de las grandes paradojas dentro del entreno contra armas y es que presumiblemente muchos estilos te enseñan a protegerte de armas, pero no aprendes a usar esas armas…es decir, por poner un ejemplo simple: soy capaz de defenderme de un golpe de puño, pero sin aprender a lanzar puños…me parece extraño, muy extraño.
Otra paradoja a la que recurren estos maestros de armas de nueva generación es que sus técnicas funcionan contra alguien que no sabe usar el cuchillo o no es un experto ( esto es muy gracioso cuando de la manera más simple anulas sus “técnicas” y alegan: claro tú es que sabes), es decir basas tu entreno de supervivencia en el supuesto de que el agresor no sabe usar el cuchillo, aquí identifico dos problemas mortales de necesidad: no tenemos super-poderes para saber si el que tengo en frente sabe o no sabe…y amigo, si él tiene un cuchillo en las manos y pretende usarlo para lo que sea, tiene más experiencia que tú casi seguro ( lo siento el ego no salva vidas).

” José, ya sé a lo que te refieres…tú me dices esto de juegos graciosos con el cuchillo…sí…mira esta es la realidad: yo voy por la calle y alguien me saca un cuchillo, yo saco el mio ( siempre hay que ir armado José ) al sacar mi cuchillo pongo cara de malo…si el otro no sale corriendo, salgo corriendo yo !!!!! ) no existe eso de lucha con cuchillos José…si quieres matar a alguien, cógelo por sorpresa…o tú también saldrás mal herido”


Analicemos, si te atracan: ¿¿¿ es tan importante lo que llevas encima como para jugarte la vida??? posiblemente no…eso sí, es totalmente diferente una agresión real de atentado contra nuestra integridad física o la de nuestro seres queridos…entonces tu vida y la de los tuyos muy posiblemente valga mucho más que la del que está atentando contra ella…“la compasión deja de existir cuando carece de sentido”es la frase que me viene a la mente inmediatamente, aquí ya no vale poner la otra mejilla y de nuevo entramos en el rango de la supervivencia, donde las técnicas perfectas de las películas no existen..

El peligro de un cuchillo está precisamente en su morfología, como venimos repitiendo, un porcentaje muy alto de agresiones son inesperadas, esto significa que no lucharemos, sobreviviremos…si quieren pincharte puede que lo hagan por la espalda, luchar no es algo que entre normalmente en los planes del agresor, si tiene el arrojo ( que posiblemente nosotros no tendríamos en frio) de lanzar un ataque, seguro que no quiere darte muchas oportunidades…activar un sentido responsable de alerta y de prevención será una medida de sentido común que debemos incorporar a nuestra vida como cualquier otro tipo de entreno que hagamos…esto no es un juego, es realidad…es tu vida.
Grandes Mentiras sobre el uso del cuchillo:

1) Tendrás tiempo de sacar tu arma.

Si somos atacados…lo cual implica que somos las víctimas (esto significa que hay una predisposición y experiencia por parte del atacante de la que nosotros carecemos), casi con toda seguridad la amenaza no se iniciará mostrando el arma en plan bandolero hasta poco antes de lanzar el ataque ( momento en el que tendríamos que identificar rápidamente que tipo de arma es – que no suele coincidir con el tipo de las que entrenamos en nuestro gimnasio, éstas pinchan y cortan de verdad y muy importante: puede que sean más pequeñas que la daga de entreno que compré en ebay)…es de sentido común, ya que evidentemente no es legal portar armas y exponerse demasiado, no creo que entre en los planes del agresor…es muy complicado calibrar cuando hacer uso de tus armas…de tu estrategia, lo que sí es evidente es que un estado de alerta y prevención ayudará a solucionar posibles situaciones de peligro.
Con este panorama en mente, portar un arma supone una “dificultad”, a esto le añadimos las trabas sociales que esto supone…eres un violento si la llevas ( un kinki que se dice por mi tierra) …y si no la llevas pues eres una víctima en potencia…analiza situaciones que te rodean, facilita el acceso a tu arma en situaciones de inseguridad ( cuanta más relación tengas con el uso de armas, más fácil te resultará la reacción)…no es caer en lo neurótico, pero tampoco es vivir en lalaland.
2) Será una “lucha” de cuchillos.

Una solución de autodefensa real pasa por aceptar que una situación de estas características tiene relación directa con saber usar armas ( lo sé, lo repito mucho, pero es que hay pocos caminos más)…lleva tu arma ( da igual de qué tipo, pero tened esto muy claro: si llevas un arma debes saber usarla o se puede volver en tu contra…), llévala en un lugar en el que puedas cogerla…si no puedes hacerlo inmediatamente, inventa una estrategia para poder hacerlo. Hablar de armas es hablar de herramientas funcionales, hay algunas pocas soluciones alternativas a un filo, os planteo por ejemplo el uso del Palm Stick (dulo-dulo)…
La realidad es que una “lucha” de cuchillos puede significar una pequeña gran carnicería en un porcentaje bastante alto, saldríamos posiblemente heridos del enfrentamiento y me remito a lo que es un sparring de manos vacías puede llegar a ser: no conozco a nadie que haga de veras un entreno serio de sparring, que no haya sido golpeado o haya encajado alguna sumisión e incluso varias en una misma sesión…esto es luchar, dar mucho y recibir mucho donde “dont get hit” ( no ser golpeado) sería el ideal…algo siempre te llevas en un entreno..incluso del novato de turno ¿¿verdad??…¿¿¿por qué entonces algunos se empeñan en vender que en un enfrentamiento con armas reales de filo sería diferente???
3) Te atacarán de una manera determinada…
Claro…tú has entrenado con un compañero, normalmente amigo tuyo…en una ambiente determinado, x días a la semana a x hora…con cuchillos de madera, plástico o metal…sería una locura hacerlo de otra menara, hasta ahí llegamos…
Entrenamos normalmente bajo unos parámetros específicos de ataques que nosotros mismo creamos identificando la asimilación de ángulos de ataques, patrones en definitiva preestablecidos pretendiendo crear un tipo de reacción condicionada…lo que es real es que si nos enfrentamos a alguien armado, muy posiblemente no sea un practicante del “estilo” que nosotros hacemos, ni conozca nuestro ángulo preferido…atendiendo a la razón, nos damos cuenta que es un arma de doble filo el caer en este tipo de condicionamiento…lo imprevisto toma un nuevo cariz a tener en cuenta durante nuestro entrenamiento.

Podríamos incluir el factor geográfico en este punto…es decir y alejándome de cualquier forma de prejuicios y atendiendo a la realidad, no será lo mismo ser atacado con un cuchillo en Brasil…que en
Holanda, en África que en Londres…esto es así…la forma y el fondo del ataque, agresión, intención y amenaza serán muy diferentes…Sé que los que están vendiendo sus sistemas de combates con o contra cuchillo y que evidentemente no han visto estos otros sistemas se negarán en rotundo a esta idea alegando que un cuchillo es un cuchillo : Sólo porque uno sabe cómo “manejar” un estilo determinado ( bajo unas condiciones determinadas), no quiere decir que sepa manejar/controlar a los demás. Cada uno es diferente, cada uno puede ser letal. Esas diferencias de hecho pueden matarte…pensemos pues en ello.

En mi camino dentro de las artes marciales siempre he querido probar que tal está lo que voy practicando, con la suerte de poder ponerlo en práctica con gente que practicaba otros estilos de cuchillo, incluidos aquellos que han estado en las fuerzas especiales…de lo cual podríamos hablar largo y tendido…lo interesante de estas experiencias es que siempre han sido muy parecidas: en el momento que haces algo que el otro no espera…terminas con su vida…así de simple, lo curioso es que posiblemente esta sea la mentalidad del agresor…hacer algo que no esperes!!!!
Es importante el trabajo de ángulos y referencias, pero los músculos tienen su propia memoria, si los acostumbras siempre a hacer los mismos movimientos, el condicionamiento deja de ser funcional por la especialización al que los conduces…un entrenamiento efectivo pasa por romper rutinas para que la adaptabilidad tome las riendas del proceso de tu aprendizaje.
4) Una vez actúes…el agresor se rendirá

Sin hacer apología de la violencia gratuita ( que nada tiene que ver con lo que estamos hablando), es bien cierto que la lucha se identifica con un tipo de agresividad intrínseca al ser humano que se canaliza a través del entrenamiento efectivo…esta perspectiva será fundamental a la hora de afrontar un tipo de aprendizaje que de verdad nos ayude en este tipo de situaciones reales.
José Díaz Jiménez
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